Vestido Virginia
Virginia es nuestro vestido más intelectual. Cuando lo encontramos, vimos más allá de la prenda y enseguida nos imaginamos a su dueña: cosmopolita, quizá demasiado para una Mallorca rural de comienzos del XX, amante de la lectura y de la buena conversación, segura de sí misma y absolutamente independiente. La historia real nunca la sabremos pero, ¿no sería perfecto si hubiéramos acertado solo un poco?
Lo más especial de Virginia es el diseño en V del pecho. Alrededor de la botonadura de nácar, se disponen seis líneas diagonales (tres a cada lado) de delicado encaje con dibujo geométrico, cada una de ellas separada además con tres finas jaretas. Un diseño muy elaborado que también se repite en las mangas y en el cuello camisero. Tiene algún zurcido imperceptible en la espalda. El resto, en perfecto estado.
MEDIDAS
Largo desde la parte alta del hombre hasta el dobladillo inferior: 120 cm. // Ancho de lado a lado a la altura del pecho: 58 cm.
Altura de la modelo: 176 cm.
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Las prendas que te proponemos tienen un mínimo de 70 u 80 años, algunas incluso ya han superado la centena. Todos ellos provienen de la Mallorca rural, de aquellos ajuares que alguien bordó con primor hace años, para después caer en el olvido de un baúl. Son todas prendas sencillas hechas a mano, blancas en su mayoría, pero con pequeños detalles, como bordados, que las hacen verdaderamente especiales. Quizá encuentres dos camisas parecidas, pero ninguna absolutamente igual. Varias de ellas llevan incluso las iniciales o el nombre de pila de la que fuera su propietaria.
Hemos pasado horas buscando en el interior de la isla, de mercado en mercado de antigüedades, de casa en casa, las camisas y camisones más bonitos que puedas ver jamás. De hilo de algodón antiguo o lino, tejidos duraderos, transpirables, y súper frescos, ideales para convertirlos en uniformes de verano.
Todas las prendas que vas a encontrar aquí han pasado un verdadero proceso de restauración. Primero, por las manos de una experta bordadora, que ha arreglado los desperfectos sufridos con el paso del tiempo. Queremos que esas vainicas, realces y cadenetas luzcan casi como el primer día. Y después, varios procesos de lavado para retirar manchas rebeldes, como de óxido o de humedad. Aun así, ten en cuenta que es posible que en algunas piezas te encuentres con algún hilo suelto, algún antiguo remiendo o con una minúscula mancha que no quiso salir (te lo avisaremos, descuida). Pero esto no tiene porqué ser algo malo, sino parte de la historia que tiene tras de sí.
Te aseguramos que nada te hará sentir tan única como llevar una prenda como ésta, e imaginarte quién la cosió para ella -y ahora para ti-, dónde vivió, cuál fue su historia, o si, mejor aún, quizá la llevó puesta en algún momento importante de su vida. Pura magia.
CUIDADOS
Estos vestidos han sobrevivido hasta hoy gracias a que el hilo con el que han sido fabricados es muy resistente por lo que no necesitas de un programa extra delicado para lavarlos. Pero sí te recomendamos no lavarlas a más de 30 grados, no utilizar suavizante y un centrifugado medio.
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